El uso del cinturón en el transporte escolar: algunas cuestiones
La semana pasada la Dirección General de Tráfico llevó a cabo una campaña especial de vigilancia y control del transporte escolar y de menores. Según explicó la DGT, los agentes comprobaban que tanto autobuses como conductores cumplieran con la normativa establecida en la materia, que incluye, entre otras obligaciones, la necesidad de que los menores vayan acompañados por una persona debidamente cualificada en los desplazamientos y, sobre todo, que se haga uso del cinturón de seguridad. En esta nota de prensa de la DGT se explicaba la campaña al detalle y ofrecían consejos de seguridad vial relacionados con el transporte escolar.
La campaña se enmarcaba dentro del calendario anual de acciones que Tráfico realiza sobre seguridad vial e incluía inspecciones sobre los vehículos (autorizaciones y documentos, condiciones técnicas y elementos de seguridad, cinturones y sistemas de retención) y sobre los conductores (permiso de conducción, tiempos de conducción y descansos). Esta campaña se llevaba a cabo especialmente en carreteras convencionales y en vías urbanas. Podéis leer la noticia completa de Europa Press en este enlace.
De esta forma, durante una semana, se aumentaban las inspecciones de los autobuses destinados a estos servicios, y en especial del uso del cinturón de seguridad. En una campaña realizada el pasado año, se controlaron unos 3.900 vehículos de transporte escolar y denunciaron a 1.927 conductores, cinco de ellos por dar positivo en las pruebas de alcoholemia. En lo que respecta al uso del cinturón de seguridad, 34 personas fueron sancionadas. Desde octubre de 2007, tanto en España como en el resto de países miembros de la Unión Europea se deniega la matriculación a cualquier autobús que no tenga instalados los sistemas de retención. Aún así, la flota se renueva lentamente. De los cerca de 17.000 autobuses que realizan servicios de transporte escolar en todo el país, sólo dos de cada cinco llevan instalados cinturones de seguridad. Con la lentitud de la renovación del parque de vehículos y también apoyándose en la normativa, podría haber autobuses sin cinturones hasta pasado el año 2020. Hay que tener en cuenta que instalar cinturones en buses que no disponen de ellos es prácticamente inviable, por los asientos, estructura de la carrocería, etc.
La DGT nos recuerda que el cinturón de seguridad es útil en cualquier trayecto, corto o largo, urbano o interurbano y que en el autobús escolar “su uso es vida”. Un menor sin ningún tipo de retención multiplica por cinco las posibilidades de sufrir lesiones mortales, y nueve de cada diez lesiones infantiles graves o mortales podrían haberse evitado si se hubiera utilizado este tipo de dispositivo. Y su uso en adultos también es aún es poco usual, aunque el autocar esté equipado.
Desde nuestra experiencia como formadores, y también como defensores de cualquier tipo de medida que pueda mejorar nuestra seguridad vial, desde Aragón Centro de Formación, en primer lugar, partimos de la base de que el cinturón de dos puntos (el que se instala en los autobuses), no es el más apropiado, porque ante una colisión frontal por alcance o lateral, aunque sujetara al menor a la altura de la cintura, el tronco se desplazaría con el consiguiente riesgo de lesiones, sin olvidarnos de que las extremidades superiores pueden golpear a otros ocupantes. En caso de vuelco, algunos estudios dudan de que este sistema retenga al menor. También debemos comentar que hay grupos que ven innecesario la obligatoriedad de este sistema de seguridad basándose en la baja siniestralidad y en la capacidad de absorción ante los impactos debido a las características de estos vehículos. Pero no debemos olvidar que el resultado de un accidente no sólo es el número de muertos, si no que hay que valorar el hecho de que llevar o no un sistema de retención adecuado puede suponer, aún a bajas velocidades, sufrir una lesión grave o salir ileso. Y no sólo sufre el daño el niño que no lleva el cinturón, sino que éste a su vez puede ocasionar otros daños a un tercero que sí lo lleve, y esto es un valor muy a tener en cuenta por las consecuencias que este tipo de lesiones pueden suponer para el desarrollo y futuro de estos menores.
Y una cuestión controvertida: ¿qué pasa con los menores de tres años, para los que la normativa no obliga en los autobuses a llevar un sistema de retención homologado?
Por lo tanto, y sabiendo que todo es mejorable, no dudemos y hagamos uso de los sistemas de retención. Desde Aragón Centro de Formación apelamos a la responsabilidad y colaboración de los distintos actores implicados, porque estamos convencidos de que debe crearse una cultura de seguridad en torno al uso de los diferentes vehículos, para lograr concienciar a la población y asimilar el uso del cinturón como hábito:
– Administración: Cuando sacan a concurso público una contratación de transporte escolar debería exigirse equipado con cinturones de seguridad
– Conductores: Su papel es fundamental para trasladar el mensaje a los usuarios del autobús, sean adultos o niños. Aunque el uso obligatorio del cinturón se advierte en los letreros, pictogramas o audiovisuales, la figura del conductor es decisiva. El simple hecho de recordar a los viajeros la obligatoriedad del uso del cinturón a la entrada o al inicio del viaje, puede ser determinante en la actitud del viajero.
– Padres: La Dirección General de Tráfico aconseja a los padres que exijan autocares que lleven instalados ya cinturones de seguridad en todos los asientos. Y debemos también realizar la reflexión de que las exigencias tienen que empezar por ellos mismos, ya que en el transporte privado los datos demuestran el uso del sistema de retención infantil debe mejorar , porque el 37% de menores muertos en accidente de tráfico no hacían uso de este sistema.
